jueves, 23 de diciembre de 2010

UN TAPÓN DE CORCHO PARA EL ARPÓN DEL VIH


El virus del SIDA, perverso, destruye lo que es capaz de destruirlo a él, con una capacidad extraordinaria para cambiar y esquivar los obstáculos que la medicina farmacológica trata de imponerle.
Para entrar en la célula e infectarla, el VIH necesita introducir, a través de la membrana celular, el extremo de una de sus proteínas denominada gp41. Lo que hace la proteína VIR-576 es adherirse al extremo de la gp41, e imposibilitar que entre en contacto con la membrana.
A diferencia de los habituales antirretrovirales, que tratan de evitar la replicación viral desde el interior de la célula, el VIR-576 actúa desde fuera y por tanto resulta menos tóxico para el organismo.
En los dieciocho sujetos de la muestra, el compuesto 576 rebajó los niveles del virus en sangre hasta niveles imperceptibles. Detrás una compañía farmacéutica alemana que quiere explotar estos resultados. Los procesos son costosos.
Parecía una utopía hallar una vacuna contra el SIDA, ahora puede ser que dentro de unos años, la utopía será que esta vacuna llegue a los países más desfavorecidos.

- Según Onusida, alrededor de 33 millones de personas en el mundo tienen VIH, de las cuales, 22.5 millones viven en África.
- Aproximadamente 2.1 millones de los contagiados son niños.
- Desde 1980, aproximadamente 60 millones de personas han sido infectadas.
- En 2009 el sida causó 1.8 millones de fallecimientos, de los cuales 280.000 eran menores de 15 años.
- Se calcula que sólo el año pasado 2.6 millones de personas contrajeron la enfermedad.
- Alrededor de 370.000 niños nacieron con sida en 2009.
- El año pasado, 1.2 millones de personas recibieron antirretrovirales por primera vez.


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