Mitsutaka Uchikoshi, joven y responsable funcionario, volvía el domingo de un picnic por el monte Rokko (al oeste de Tokyo), cuando accidentalmente se despeñó. Solo, sin poder moverse o solicitar ayuda, no pudo alimentarse más que de un pequeño bote de salsa barbacoa que aún quedaba en su cesta: "Solamente probé un poco, pero no era realmente comestible", reconoció. El segundo día, rodó voluntariamente ladera abajo, hasta un lugar donde el sol calentaba la hierba: "Se estaba agusto y me dormí. Es la última cosa que recuerdo", aseguró Uchikoshi. Después de veinticuatro días de vacaciones forzosas, se incorporaba nuevamente al trabajo por su propio pie.
viernes, 17 de abril de 2009
domingo, 5 de abril de 2009
Suscribirse a:
Entradas (Atom)