lunes, 13 de diciembre de 2010

DEFENSA CONTRA LA MANIPULACIÓN DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN


La palabra manipulación, utilizada de antiguo en los medios metalúrgicos para referirse al laboreo de los metales, tuvo otra acepción, más o menos reciente, cuando en el siglo XIX en el Parlamento británico se comenzó a usar para designar las maquinaciones, enredos y artimañas de algunos políticos que alteraban a su gusto los resultados electorales de las urnas. Así, para designar la instrumentalización del poder en manos del hombre, se acudió a la vieja imagen del artesano modelando, a su antojo, la masa inerte de los metales.

La manipulación de los medios de comunicación, que es la que aquí nos interesa, no hace referencia, por tanto, a una actividad material (como la del alfarero manipulando el barro) sino mental, consistente en lograr que las masas, incluso en contra de sus verdaderos objetivos, se amolden “voluntariamente” a los objetivos de una minoría que controla dichos medios. Por consiguiente, no se transmite a través de los canales comunicativos una información objetiva e imparcial, sino intencionadamente tendenciosa con el propósito de convertir a los demás en instrumentos útiles, anulando su capacidad crítica.

En los regímenes autoritarios no hay manipulación, sino simplemente subyugación; dado que el individuo no goza de libertad para expresar su opinión, no hay que preocuparse en manipularle. Ahora bien, en el momento en que las ideas del individuo cuentan, y son las que van a decidir los acontecimientos futuros, como sucede en los regímenes democráticos, resulta pertinente plantearse la necesidad del control de las mentes.

La información es un caso concreto de comunicación. La información es una comunicación de algo que el sujeto receptor no sabe. El vertiginoso desarrollo tecnológico de hoy en día permite volcar, a través de la televisión, radio, prensa e internet, una auténtica avalancha de datos sobre los ciudadanos.
La avalancha de noticias, como todos los excesos, tiene consecuencias negativas, como pueden ser la confusión e incluso la atrofia mental. Debido a que la información que transmiten los medios de comunicación sociales son inconexas, superficiales y desordenadas. Impidiendo a los individuos que las reciben sacar conclusiones generales y razonar tranquilamente sobre las mismas. Esto ya supone de entrada una forma de manipulación sobre el ciudadano que se concreta en las siguientes vertientes:

a) En la información prevalece el canal sobre el mensaje. Según MAC LUHAN, una noticia que, por ejemplo ha sido transmitida por la televisión será considerada más fidedigna (aunque en realidad no lo sea) que otra transmitida por la radio.

b) La manipulación, además del contenido, puede también provenir de la forma de presentar la noticia. El lugar (primera plana o últimas páginas), la extensión del comentario, el tipo de titulado, etc., contribuyen a realzar la importancia de las noticias. Cuando interesa fomentar una idea, se da forma llamativa a todos los artículos que versan sobre ella; por el contrario, cuando no interesa una noticia, se la omite o, si debido a su importancia esto resulta imposible, se la presenta del modo más discreto posible a fin de que pase desapercibida.

c) Además, por lo general, las noticias no aparecen expuestas de una forma escueta, sino que van acompañadas por algún comentario. Y en este comentario, el periodista no puede escapar a su educación, ideología, modo de entender el mundo. Todo esto queda reflejado en la noticia e influirá en la conciencia del lector. Esta influencia, aunque no ejercida intencionadamente y mucho menos aún de mala fe, manipulará también en cierto modo al receptor.

d) Pero, a su vez, los receptores también manipulan al medio de comunicación. Muchas veces el receptor espera ver en el mensaje una confirmación de sus propias ideas; es lo que ocurre con los suscriptores o también con los lectores habituales de una determinada publicación. ¿Qué ocurriría si un periódico se sale de su línea editorial habitual?, seguramente perdería lectores, y lo que es peor, compradores, con lo que se vería seriamente comprometida su fuente de ingresos. Esto ocurre también con los anunciantes, que invierten mucho dinero. Léase empresas y administración pública, que es la que más gasta en páginas de publicidad, y de la cual están detrás los partidos políticos.

e) En la información, lo llamativo gana sobre lo profundo. Las cosas normales, los hechos corrientes de cada día, no son noticia. Sólo lo excepcional es noticiable. Por eso los mass media presentan una imagen de la realidad a base de excepciones.

f) En el mundo de los mass media se da prioridad a la rapidez sobre la exactitud. La verdad, por lo tanto, ocupa un segundo plano.

g) La información vertida por las distintos medios de comunicación proceden todas ellas de unas cuatro o cinco grandes agencias mundiales de noticias. Esto facilita la manipulación de la información dado que todos los periódicos, radios y canales de televisión del mundo entero transmiten, en último término, las noticias que estas grandes agencias mundiales deciden.

Pero entretanto no se opere un cambio que posibilite una información no manipulada, la persona tiene la obligación de recurrir a todos los medios que estén a su alcance para protegerse de las noticias falseadas. Estas defensas serían las siguientes:

1. La formación: cuanto más formada esté una persona, más protegida está del engaño manipulador.

2. Saber documentarse: dar prioridad a la cultura del libro frente a la del televisor o del periódico, dado que aquél suele estar más libre del contacto manipulador. Wikileks y los blogs en internet pueden ser una buena fuente de información de primera mano.

3. Ampliación al máximo de la información: cuanto más amplia sea la información recabada mayor es la garantía para alcanzar un conocimiento objetivo e imparcial. Asimismo, hay que tener en cuenta tanto lo que se dice, como lo que NO se dice en los medios de comunicación.

4. Actitud cautelosa: No dar demasiado crédito a las noticias veloces de la prensa, que muchas veces caen en la inexactiud. Ocasionalmente pueden generarse bulos en la red, conviene esperar posterior información que ratifique la noticia antes de aceptarla plenamente.


EL ROTO

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