lunes, 21 de mayo de 2012

LA INTUICIÓN


Puede decirse que me divorcié dos veces. Que no conservo ninguno de los trabajos que he desempeñado, que el último amor me dejó una cefalea tensional. Que no guardo amigos de la infancia, que no me duran las amistades. Que siempre hago nuevos amigos. Que no poseo especial talento para nada. Qué no son, tampoco, demasiadas las cosas que se me dan fatal: silbar, tararear una canción, recordar los nombres de las constelaciones, negociar los precios de los comestibles, improvisar un campamento… Observo al resto de la gente. No sé dónde voy a llegar. Pienso en mi padre. Cuando camino me detengo donde me parece. Esa ha sido la mayor intuición de mi vida.

2 comentarios:

José Camello Manzano dijo...

Intuyo al escritor exquisito y al hombre atormentado. Un paso más hacia la inequívoca grandeza...Salud

velvetinna dijo...

Eres único, enhorabuena Rafa.